lunes, 3 de octubre de 2016

ERGONOMÍA – LEVANTAMIENTO MANUAL DE CARGAS


Todas las estructuras responden a la aplicación de fuerzas con una deformación que está limitada a la resistencia del material, de esta manera, existe una relación entre la resistencia del material y la magnitud de la fuerza necesaria para deformarlo. 

Estos principios tan evidentes en los materiales, son aplicables a las distintas estructuras corporales, sin embargo,  en el cuerpo humano aún no se ha podido determinar con precisión los límites físicos de ligamentos, tendones, discos intervertebrales, cápsulas articulares, músculos y otras estructuras involucradas en el movimiento

Estos límites varían por motivos tan diversos como la predisposición genética, la edad o los esfuerzos acumulativos.

Esta complejidad ha sido abordada por la biomecánica, identificando las condiciones  en que los movimientos a los que se someten las  estructuras corporales, aumentan la probabilidad de producir lesiones, son los llamados sobreesfuerzos o sobrecargas y se explican mediante el efecto que producen determinadas posturas, la manipulación de cargas, la  frecuencia con que se realizan los movimientos o la combinación de estos factores  sobre determinadas estructuras corporales.

Estas condiciones son identificadas en Ergonomía, como factores de riesgo.

La necesidad de utilizar la fuerza está relacionada con el hecho de tener que mover objetos y herramientas o tener que mantener el cuerpo en una postura determinada. 

Esta exigencia está presente en muchas tareas y todas estas tareas son potencialmente peligrosas tanto para la columna vertebral como para las extremidades superiores.

ALGUNOS DATOS ESTADISTICOS: Trastornos Dorsolumbares (TDL)
  Del 60% al 90% de la población padecerá TDL a lo largo de su vida.
 
 Entre un 15% y un 42% de la población padece actualmente TDL.

  Los TDL constituyen uno de los principales trastornos de origen laboral

  Entre el 20% y el 40% de los casos se presentan recidivas dentro del año.
  
 Se producen recidivas en el 85% de los casos a lo largo de toda la vida


ANATOMIA DE LA ESPALDA

La espalda se constituye como una sucesión de piezas (vértebras), unidas entre sí por una serie de elementos: ligamentos, discos intervertebrales, apófisis articulares, etc.

La espalda humana se compone de 33 vértebras, distribuidas de la siguiente manera: 

·       7 vértebras cervicales.
·       12 vértebras dorsales. 
·       5 vértebras lumbares.
·       5 vértebras fusionadas en el hueso sacro.
·       1 coxis: vestigio de las vértebras de la cola en los monos.

Cada vértebra presenta una estructura y función característica, pero todas presentan una estructura común, que se describe seguidamente:


VERTEBRA TIPO

Cuerpo vertebral: Sirve de soporte y reparto de presiones.

Disco intervertebral: Amortigua las fuerzas estableciendo el reparto de presiones. Transforma esfuerzos verticales en esfuerzos horizontales. Se compone de anillo fibroso y núcleo pulposo. El anillo fibroso es una estructura compuesta por capas concéntricas de fibra que “encierran” al núcleo pulposo que es una estructura esférica compuesta por agua, colágeno y otros. Este sistema está en estado de pretensión, lo que le confiere unas propiedades especiales de elasticidad y resistencia. El núcleo pulposo tiene un alto contenido en agua, lo que le confiere una elevada presión hidrostática y amortigua el movimiento de las vértebras.


FACTORES DE RIESGO: Algunos de los más comunes son las vibraciones, el manejo de cargas pesadas durante largos periodos de tiempo o repetidamente, la mala postura, los movimientos forzados de espalda con o sin carga, la debilidad de musculatura abdominal o dorsal, el sedentarismo, el estrés en el trabajo, el apremio de tiempo y la falta de información

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